viernes, 14 de abril de 2017

La Procesión del Santo Dolor

El niño se sorprendió de su propio coraje pues, aunque las espantosas estatuas le aterraban, pudo detallar sus expresiones de dolor, y tras ellas la procesión de personas, unas con velas encendidas, otras andando de rodillas.
De pronto, un rayo de inspiración filosófica iluminó su mente infantil y preguntó como un adulto a su acompañante: ¿mami, por qué permite Dios el sufrimiento? Su madre respondió:

-Dios permite obtener aquello que se desea con la fuerza del alma, pero solo si se tiene mérito para ello, porque hay que ganarse las cosas, y también si se tiene voluntad y constancia en el deseo, por eso es que existe gente mala rica y gente buena pobre. Entonces ¿cómo podría Dios poner fin al sufrimiento si la gente lo venera como a un dios?
Acaso mira los ídolos sagrados de la procesión, con sus rostros desfigurados de dolor y pintados de rojo porque se están desangrando, representan el dolor humano y la gente les rinde devoción, hasta les piden milagros. Este acto es una invocación colectiva al sufrimiento, y es consecuencia de un engaño milenario que hizo creer a los ingenuos y a los ignorantes que el dolor es un camino para llegar a Dios.

Un tercer acompañante, el padre del niño, acarició tiernamente el cabello a su esposa y dijo:

-Nos inculcaron que el sufrimiento es algo bueno de tener, como también la culpa, porque somos pecadores y desobedientes de Dios, y los libros sagrados prometen el Paraíso a quienes se humillen, a quienes se amancen y no se defiendan, y a los que pongan su otra mejilla si son golpeados.También hay personas que piensan "Si el Mesías sufrió, ¿Por qué no he de sufrir yo también?", grave error, sobre todo por las diversas patologías y complejos de personalidad que esta reflexión implica. Incluso, en tiempos no muy remotos, las personas se autoflajelaban y se inflingian diversos tipos de tortura con la absurda idea de que esto purificaba sus almas y les santificaba. Esas ideas aún permanecen en el inconsiente colectivo y es por eso aún no podemos erradicar el sufrimiento de esta humanidad.

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