domingo, 29 de mayo de 2011

Una tarde de diciembre




Fue en una tarde de diciembre,
me diste esperanza y alegría,

Tu voz y tu recuerdo tendrán siempre
un lugar en de mi corazón.

Gracias.

viernes, 13 de mayo de 2011

Por su propia ira

Y los templos se derrumbaron, no quedando uno solo en pie sobre la faz de la tierra.

Los fieles, apenas un centenar de sobrevivientes, oraban desconsolados sobre las ruinas sagradas. Imploraban tristes y desesperados al dios que yacía enterrado bajo santos escombros, el dios de sus padres y de sus abuelos.

Rezos y lamentos, entremezclados clamaban, en diversas lenguas y dialectos, por su poderoso dios, aquel de los ejércitos, el de muchos nombres, amo y señor de las religiones y de las sagradas escrituras.

Un dios muerto (tal y como sus profetas en los libros lo predijeron) por su propia ira.

Pececitos