miércoles, 11 de enero de 2017

El Bautismo y los Esenios

Un amigo me preguntó, recientemente, qué sabía yo sobre el ritual del Bautismo, esto porque él es cristiano y la madre de su hijo católica, y ambos discutían sobre el "dónde, cuándo y cómo” consagrar a su hijo con el sacramento de iniciación a la Fe de CristoAsí que procedí a consultar aquellas fuentes -apócrifas y heréticas- que cito siempre en mis publicaciones -heréticas y apóstatas-  ilustrándonos un poco al respecto:

Ante la idea del pecado original inculcada por la religión judía a su pueblo, la que implica una impureza innata heredada de la pareja de barro a la que tentó aquella serpiente, la fraternidad secreta de los Esenios, conocidos como “los terapeutas” por sus servicios de sanadores y educadores, implementaron un modesto y sencillo ritual de purificación como acto de iniciación a los aspirantes que ingresaban a la fraternidad con el propósito de elevar su conciencia como primer paso hacia la nueva educación espiritual que iba a recibir. La modalidad de avance dentro de la fraternidad consistía en 7 grados que duraban siete años cada uno.

Luego, con el tiempo, este acto sagrado se haría de conocimiento público gracias al primo segundo y, a la vez, hermano de consagración de Jesús de Nazaret, Juan de Hermón. Juan y Jesús fueron consagrados juntos en el Santuario Esenio de Moab, en el Monte Nebosiendo unos jovencitos. Debido al antiguo récord espiritual y la misión terrenal de ambos seres, uno el Mesías y el otro su precursor y continuador, fueron ascendidos de una vez al séptimo grado bajo el título de Maestros de Sabiduría Divina. 

Entonces, años después, Juan se dirigiría, junto a sus discípulos, a una gruta en el desierto para iniciar su misión precursora anunciando la llegada del Mesías, esto lo hacía sanando enfermos mientras los “bautizaba” a orillas del río Jordán. El mismo Jesús visitaría en una ocasión a su primo y se sometería al acto públicamente, a lo que Juan se negó porque ellos eran iniciados de la fraternidad con el máximo grado, produciéndose el famoso hecho narrado en los Evangelios de forma muy fantasiosa y tergiversada. Pero Juan no cumpliría con su misión de continuador debido a que su ímpetu le haría ser capturado y ejecutado antes que a su primo, tal como ya se sabe.

La comunidad Esenia fue el resultado del grupo de doce discípulos de Osarsip Ra Mosés, aquel a quien la Biblia llama Moisés, quienes se mantuvieron como los protectores de su enseñanza. Cuando Moisés escapó del atentado de Josué se refugió junto a su hijo adoptivo Esén en una gran cueva en el Monte Nebo, donde fueron resguardados sus verdaderos escritos, no lo que hoy se conoce como el Pentateuco, y las verdaderas tablas de los mandamientos, así como su momia tras su fallecimiento. Este fue el primer santuario y se llamó Moab, y los doce discípulos (mencionados en la Biblia bajo la tergiversada figura de Las 12 Tribus de Israel) tomaron el nombre de Esén, quien fue el primer gran maestro de la fraternidad, cuya misión fue la preparación y educación del Mesías como Jesús de Nazareth. Luego se fundarían otros santuarios, como el de Quarantana, famoso por el descubrimiento de uno de sus archivos, conocido popularmente como Los Rollos del Mar Muerto.

Para concluir, podemos afirmar, con toda certeza, que el Bautismo es un acto que no reviste mayor trascendencia, tanto material como espiritual, siendo éste otro ejemplo de lo que podríamos denominar “el texto fuera del contexto”, sobre todo porque este "sacramento" es usado como un ritual discriminatorio para marcar (en vez de fuego con agua) a los fieles de un dogma o iglesia en especial, además de que cada modalidad de cristianismo lo hace de forma diferente.

Pero ahora viene lo bueno, y es lo más interesante de esta publicación, pues no es la conclusión herética y apóstata que ha resultado sino el texto que, días después, hallé casualmente en la biblioteca y que, en cierto modo, avala todo lo dicho anteriormente.

Damas y caballeros, les dejo con S.S. el Papa Benedicto XVI:

     En los años sucesivos a la Segunda Guerra Mundial, un hallazgo casual dio pie a unas excavaciones en Qumrán que ha sacado a la luz textos relacionados por algunos expertos con un movimiento más amplio, el de los esenios, conocido hasta entonces sólo por fuentes literarias. Era un grupo que se había alejado del templo herodiano y de su culto, fundando en el desierto de Judea comunidades monásticas, pero estableciendo también una convivencia de familias basada en la religión, y que había logrado un rico patrimonio de escritos y de rituales propios, particularmente con abluciones litúrgicas y rezos en común. La seria piedad reflejada en estos escritos nos conmueve: parece que Juan el Bautista, y quizás también Jesús y su familia, fueran cercanos a este ambiente. En cualquier caso, en los escritos de Qumrán hay numerosos puntos de contacto con el mensaje cristiano. No es de excluir que Juan el Bautista hubiera vivido algún tiempo en esta comunidad y recibido de ella parte de su formación religiosa.”

Jesus de Nazareth. Joseph Ratzinger (2007). pp 35.

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