Hacer el amor contigo es un arte,
es dibujar con los dedos las siluetas
de nuestros cuerpos coloridos.
La dulce melodía de tu voz,
La tierna luz de tu mirada,
La cálida caricia de tu mano,
El suave toque de tus labios rosa,
El placer de tus cabellos entre mis dedos,
Robarte toda la atención y que estés a mi lado,
Tocarte el corazón con el mío.
A esa artista le reconocí en la distancia pues una tenue y llamativa luminosidad la envolvía, como una aureola santa.
Y pensé: es la luz de las ideas, el brillo de la inspiración, la radiación de las musas, el poder electrónico de la creatividad.
Yo solo permanecí encandilado tres días y cuatro noches.