A esa artista le reconocí en la distancia pues una tenue y llamativa luminosidad la envolvía, como una aureola santa.
Y pensé: es la luz de las ideas, el brillo de la inspiración, la radiación de las musas, el poder electrónico de la creatividad.
Yo solo permanecí encandilado tres días y cuatro noches.
1 comentario:
Gracias Donovan, fue lo primero que leí al levantarme de la cama...
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